Cutting/Autolesiones
¿Qué son las autolesiones?
El Cutting o las Autolesiones no suicidas (ANS) o Non-Suicidal Self-Injury (NSSI, por sus siglas en inglés), refieren el acto de autoinfligirse lesiones que suelen producir sangrado, hematoma o dolor sin pretender quitarse la vida; aunque pueden derivar en riesgo de muerte si quien la ejecuta se provoca una lesión mayor.
Normalmente se producen por pensamientos difíciles de soportar, desesperación, desesperanza, intentando superar estados de depresión o ansiedad, dificultad para controlar las emociones; por lo que la persona traslada ese impulso a una acción lesiva que sí puede controlar.
Se presentan principalmente en jóvenes de entre 11 y 25 años de edad.
Comprender el motivo de la autolesión en los jóvenes puede resultar difícil de asimilar, dado que es una respuesta desesperada ante una situación que no pueden gestionar.
La pandemia sacudió la salud mental y emocional de todos, pero aparentemente los más jóvenes quedaron mayormente afectados debido al largo periodo de confinamiento, pues coartó sus oportunidades para desarrollar habilidades de afrontamiento y socialización. Mientras que algunos adultos podían aún salir a trabajar o al menos ir por enseres, los niños y adolescentes se vieron obligados a recluirse en casa, confundidos ante una situación que poco alcanzaban a entender.
Estadísticas recientes, indican que hubo un incremento en la incidencia de autolesiones a partir de la pandemia, pues los chicos refieren que resultaba como una forma de liberar esa ansiedad que experimentaron al estar aislados de sus amigos y familiares queridos, y de la civilización.
Actualmente entre un 10% y un 14 % de los adolescentes incurren en cutting, la mayoría de los jóvenes informaron que empezaron a autolesionarse alrededor de los 12 años.
Como se puede notar, las heridas provocadas en las autolesiones no suicidas, se focalizan generando defensas internas fisiológicas, por lo que hasta cierto grado, pueden volverse adictivas.
Formas de autolesiones frecuentes
Cortes en diferentes partes del cuerpo/cutting (85%)
Golpearse o rascarse con dureza (32%)
Quemarse la piel (30%)
Arrancarse el cabello o los vellos/tricotilomanía (7%)
Escaldarse con agua caliente
Introducir objetos afilados
Morderse (dermatofagia)
Ingerir cosas venenosas
No dejar cicatrizar las heridas
Tomar pastillas (sobredosis)
Causas
Los motivos por los que una persona opta por autolesionarse, pueden ser:
Para aliviar un sentimiento o estado cognitivo negativo.
Para resolver una dificultad interpersonal.
Para inducir un estado de sentimientos positivos.
Falta de habilidades de afrontamiento adaptativas.
Sustituir las emociones a través del dolor físico con el objetivo de sentir alivio. Posterior a la conducta presentará sentimiento de culpa, enojo, frustración, miedo, hartazgo, apatía, vergüenza…, provocando así, un tipo de ciclo en donde probablemente la conducta se volverá a repetir.
Intenta seguir una "moda, tendencia o reto” que ha visto en las redes sociales.
Conoce o ha escuchado los motivos de otras personas que lo han hecho.
A modo de llamar la atención, entendiendo este punto como que desea que sus figuras significativas le presten mayor escucha; lo cual inclusive, puede resultar contradictorio, pues sus estados anímicos no le permiten aceptar ayuda.
Como medio de manipulación.
No sobra decir, que a quien le corresponde determinar las causas, es a un especialista en salud mental. Pues como padres, tíos, profesores, etc., se puede caer en el error de minimizar la conducta, lo cuál podría propiciarla aún más.
Es importante conocer qué motiva a alguien a hacerse daño, no todas las personas lo hacen por la misma razón. La mejor manera de ayudar a alguien a dejar de autolesionarse es apoyarlo a abordar los problemas subyacentes.
Analizar y comprender sin juicio los signos, síntomas y efectos secundarios de la autolesión, es un punto de partida muy valioso para comenzar la recuperación.
El objetivo primario es entender el origen e integrar nuevas formas de afrontar las dificultades.
Factores personales que pueden aumentar el riesgo
Son implosivos, por lo que responden haciéndose daño ante una situación incapacitante (como la desesperación o la impotencia)
Antecedente familiar de autolesiones u otras psicopatologías
Ser reincidente
Pobre imagen corporal y autorechazo
Impulsivos e influenciables
Falta de habilidades de afrontamiento
Dificultades para resolver problemas
Nula o baja tolerancia a la frustración
Enfermedad o discapacidad
Abuso de alcohol y drogas
Factores sociales que pueden aumentar el riesgo
Conflictos en la familia
Dificultades para relacionarse
Conocer a otras personas representativas que se inflijan daño
Problemas en la escuela, universidad, trabajo
Haber sufrido un trauma, abuso, negligencia, o una pérdida
Seguir personajes en redes sociales que promuevan este comportamiento
Signos
Aislamiento de la vida cotidiana
Cambios de humor y en las actividades habituales
Estado de ánimo demasiado fluctuantes, caracterizados por irritabilidad, llanto frecuente, falta de motivación, desinterés, expresar sentimientos de fracaso, inutilidad, culpa, o desesperanza
Desajustes en los hábitos alimenticios y en los patrones de sueño
Cortes, moretones o marcas inexplicables
Llevar ropa ancha que cubre brazos y piernas todo el tiempo, incluso cuando hace calor
Estar más callado que de costumbre
Disminución del rendimiento académico o laboral
Abuso de drogas o alcohol
Comportamiento de riesgo
Puede también suceder que no haya señales de advertencia, pero es importante que si sospechas que alguien que conoces se está autolesionando, le preguntes de manera empática y asertiva, entablando un diálogo desde la comprensión.
Ofrecer apoyo genuino, brindando la sensación de que no se encuentra solo y hay gente a la que le importa, con la que puede hablar y en la cual confiar cuando lo necesite.
Ten en cuenta que pueden no estar listos a discutir las causas de sus autolesiones, permite que dirijan la conversación a su propio ritmo y no presiones para que te digan demasiados detalles.
Trastornos relacionados
El comportamiento autolesivo es a menudo el resultado de un padecimiento mental en el cuál se debe trabajar; encontrando que los trastornos de salud mental más comunes en los que se presenta este comportamiento son:
Tratamiento
Psicológico
Es importante que la persona que incurre en autolesionarse pueda contar con un tratamiento especializado, de la mano de un psicólogo clínico y/o psicoterapeuta quien fomentará y practicará el autorespeto, el autocuidado, procurando mejorar el autoconcepto y las relaciones interpersonales, así como desarrollar habilidades de afrontamiento y potenciar los recursos.
Psiquiátrico
En ocasiones también será necesario trabajar en conjunto con un psiquiatra quien prescriba tratamiento farmacológico, en caso de que la persona no evolucione o reincida en hacerse daño.
Familiar
Es necesario tener en cuenta que para que remita ésta conducta, la familia debe fungir como una sólida red de apoyo.
¿Qué hacer si detectas autolesiones en alguien cercano a ti?
Intenta no reaccionar con enfado.
Evita los juicios, aunque no puedas entenderlo, haz que la persona se sienta cuidada.
Evita dar ultimátum: "deja de hacerlo o si no…", ya que raramente funcionan y pueden conducir a comportamientos más patológicos o a que la persona se aísle.
Dedica tiempo para hablar con la persona, procurando que se sienta escuchado y sin interrupciones.
Reconoce lo difícil que puede ser abrirse sobre su conducta autolesiva.
Habla sobre cómo se siente y qué es lo que puedes hacer para ayudarle.
Transmite apoyo y seguridad.
Demuestra que estás ahí y que hay muchas alternativas a su disposición.
Se positivo, hazle saber que esa sensación es temporal, y una solución es posible.
Técnicas que pueden funcionar
Aplazamiento
Tomarse un minuto y hacer ejercicios de respiración.
Llamar a un amigo o a un miembro de la familia y hablar con ellos sobre las sensaciones y pensamientos que se tienen en el momento.
Manipular plastilina u otro objeto para aliviar la tensión.
Golpear una almohada (en lugar de una pared).
Hacer mucho ruido, tocar un instrumento musical o golpeando ollas y sartenes.
Regla de los 15 minutos = aplazar la necesidad de hacerse daño poniendo en práctica alguna de las alternativas anteriores.
Distracción
Escribir los pensamientos y sentimientos que son angustiosos.
Salir a dar un paseo.
Hacer algo creativo: un collage de colores para representar el estado de ánimo o para recordar las cosas favoritas.
Garabatear en un gran pedazo de papel.
Escuchar música o ver una película/serie favorita.
Ver videos de personas que han superado eventos similares.
Construir una "caja de seguridad"
Fabricar o disponer de una caja (puede ser de cartón, madera, etc.) en la cuál se deposite un objeto u objetos que lleven a un estado de calma, a los cuales se puedan recurrir cuando se transite por momentos de angustia, se sienta abrumado por la emoción o tenga el impulso de hacerse daño.
Incluir aquellos que recuerden momentos agradables o un estado de confort como libros, una libreta donde escribir o dibujar, fotos, peluches, mantas, etc...
Esta encomienda es muy personal, pues deben ser cosas que transporten emocionalmente a un lugar seguro, recordando que se podrá recurrir a ella mientras se atraviesa el momento más fuerte del intento de autolesión.
Activarse
Practicar hobbies, deportes, artes... Recordar que se tiene capacidad creativa y creadora, lo cual otorga valor, energía, y aumenta la autoestima.
En caso de no conseguir un estado de calma o incidir en el comportamiento autolesivo, buscar ayuda de un profesional.
Tener una lista de personas o instituciones a las que pueda comunicarse en dado caso de presentar una crisis o intención de lastimarse.
Contactos y líneas de atención
En caso necesario, puede buscar apoyo en las siguientes instancias:
SAPTEL, Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis: 5259 8121 (México y Metropolitana), 01 800 472 7835 (Toda la Republica Mexicana), Email: saptel@prodigy.net.mx
INMUJERES, Vida sin Violencia, Instituto Nacional de las Mujeres: 01 800 911 25 11 (gratuito, confidencial, 24horas/365 días) http://vidasinviolencia.inmujeres.gob.mx Email: contacto@inmujeres.gob.mx
Centros de Integración Juvenil (CIJ): Si necesitas ayuda respecto a drogas puedes telefonear o acudir a: 01 (55) 52 12 12 12, 01 (33) 38 36 34 63 https://www.gob.mx/salud/cij Email: cij@cij.gob.mx
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