El arte de amar
Amar y vivir es un complejo arte
El amor no es un sentimiento fácil para nadie, sea cual sea el grado de madurez alcanzado.
Entonces, ¿es el amor un arte o es una sensación placentera, cuya experiencia es cuestión de azar, algo con lo que uno "tropieza" si tiene suerte?
El problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado; más no en la propia capacidad de amar. De ahí que el mayor cuestionamiento en torno, sea ¿cómo lograr ser amados?, ¿cómo ser dignos de amor?
Todos los intentos de amar están condenados al fracaso, a menos que se procure desarrollar una personalidad propia, alcanzar una orientación productiva y tener la convicción de que la satisfacción en el amor puede lograrse primeramente con uno mismo y posteriormente con los demás.
Para ser doctos en el arte de amar, es necesario proceder de la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte (música, pintura, danza); ¿Cómo? Dominando la teoría y la práctica.
Practicar el arte de amar requiere:
Capacidad de empatía
Humildad
Confianza
Disciplina
Saber focalizar y priorizar
Vivir plenamente el presente, el aquí y el ahora (no pensar en la tarea siguiente mientras se realiza otra)
Paciencia
Tener conversaciones genuinas
Estar conscientes de que es un proceso que se tiene que aprender y desarrollar progresivamente
Es importante destacar, que el amor es una actitud, una orientación del carácter que determina el tipo de relación que establece una persona con el mundo como totalidad y no con un "objeto" amoroso.
En este sentido, entablamos diferentes relaciones de amor con los otros, entre ellas:
Amor fraternal. Refiere unión, solidaridad, y reparación humana. No es fusionarse con el colectivo, sino respetar, ser tolerantes, permitir la individualidad. El amor sólo comienza a desarrollarse cuando amamos a quienes no necesitamos para nuestros fines personales.
Amor materno. Dos seres que estaban unidos se separan. La madre debe no sólo tolerar, sino también desear y alentar la separación del niño.
Amor erótico. El deseo sexual tiende a la fusión, pudiendo ser estimulado por la angustia de la soledad, por el deseo de conquistar o de ser conquistado, por la vanidad, por el deseo de herir y de destruir. Parecería que cualquier emoción intensa, el amor entre otras, puede estimular y fundirse con el deseo sexual. Como la mayoría de la gente une el deseo sexual a la idea del amor, con facilidad incurre en el error de creer que se ama cuando se desea físicamente. La atracción sexual crea, por un momento la ilusión de la unión; pero sin amor, deja a los desconocidos tan separados como antes. La exclusividad del amor erótico suele también interpretarse como una relación posesiva.
Amor a uno mismo. No es egoísta amarse ni priorizarse. El amor a nosotros mismos no es una alternativa. Todo individuo capaz de amar a los demás encontrará una actitud de amor a sí mismo. El amor genuino constituye una expresión de productividad que entraña cuidado, respeto, responsabilidad y autoconocimiento.
La capacidad de amar implica superar el narcisismo, así como los apegos patológicos con la madre, la familia de origen, y la cultura.
Amar, entonces dependerá de nuestra capacidad de crecer, de desarrollar una orientación productiva en nuestra relación con el mundo y con nosotros mismos.
El amor maduro se consigue cuando se establece una unión, preservando la propia integridad e individualidad, superando el sentimiento de soledad. Dirigiéndonos a otros con respeto, siendo flexibles mentalmente y desarrollando capacidad de adaptación y aceptación.
"El respeto sólo existe sobre la base de la libertad: el amor es hijo de la libertad, nunca de la dominación. Sólo es posible cuando puedo trascender la preocupación por mí y ver a la otra persona en sus propios términos."
-Erich Fromm ("El arte de amar")
Fuente: Fromm, E. (2014). El arte de amar : una investigación sobre la naturaleza del amor. Grupo Planeta (GBS)
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